Económicamente hablando, la labor del periodista es compensada modestamente. Toda persona que trabaje como ayudante en la construcción, obtiene un mejor pago, que muchos Licenciados en Ciencias de la Comunicación en sus primeros años de actividad, y aún teniendo cierta experiencia.
Con el empeño de promoverse y vincularse en el medio -con suerte y se van de jefes de información de algún presidente o diputado- muchos periodistas se apoyan con los favores pagados de parte de políticos, empresarios y personas interesadas en que se publique cierta información. El típico "chayote" que es criticado por algunos comunicadores "que también reciben dádivas" pareciera resultado de un sistema que discretamente invita a los reporteros a corromperse: "No te pago, pero te pongo donde hay"
La mayoría de los columnistas y otros colaboradores, no reciben ninguna retribución económica por su aportación al periódico. En contraste, la posición del medio, debería considerarse benevolente, por permitir a estos articulistas, publicar su material, y con eso deben darse por bien servidos.
En muchas ocasiones, los reporteros y colaboradores, ven coartada su libertad de expresión al ser censurados por los editores, debido a intereses del medio. Aún y cuando es de todos conocido, que el periódico no acepta como propias las opiniones emitidas de parte de los columnistas.
No hay algo que provoque tanto dolor para un comunicador de la prensa escrita, que el hecho de no ver publicado su material. En este caso, el reportero a quien si le pagan, solo le queda como recurso, tragarse el coraje y continuar medio trabajando por el consecuente hecho de que en el periódico, medio le pagan, como argumentan tantos en el gremio: "como que me pagan; como que trabajo"... En ciertas ocasiones, el editor no publica todo el material a los reporteros, porque ellos, no saben disfrazar su información cuando quieren favorecer a alguien en su nota.
Caso diferente es el del colaborador a quien no se le cubre ningún honorario, pues hay quien al advertir que no se le publica una colaboración, deja de enviar su material a la redacción del periódico, hasta que lo reivindiquen de nueva cuenta, publicando su artículo íntegro o pactar el compromiso de publicarle todo lo que escriba. Y en una situación extrema, el colaborador le da las gracias al medio informativo por haber sido censurado.
Pero los directivos jamás consentirán que se verán afectados por la situación, de que uno de sus articulistas deje de escribir en su periódico; pues aunque los lectores asiduos del columnista censurado, extrañen su material; continuarán comprando el periódico de cualquier forma.
¿Es redituable el oficio del periodista?
Con el empeño de promoverse y vincularse en el medio -con suerte y se van de jefes de información de algún presidente o diputado- muchos periodistas se apoyan con los favores pagados de parte de políticos, empresarios y personas interesadas en que se publique cierta información. El típico "chayote" que es criticado por algunos comunicadores "que también reciben dádivas" pareciera resultado de un sistema que discretamente invita a los reporteros a corromperse: "No te pago, pero te pongo donde hay"
La mayoría de los columnistas y otros colaboradores, no reciben ninguna retribución económica por su aportación al periódico. En contraste, la posición del medio, debería considerarse benevolente, por permitir a estos articulistas, publicar su material, y con eso deben darse por bien servidos.
En muchas ocasiones, los reporteros y colaboradores, ven coartada su libertad de expresión al ser censurados por los editores, debido a intereses del medio. Aún y cuando es de todos conocido, que el periódico no acepta como propias las opiniones emitidas de parte de los columnistas.
No hay algo que provoque tanto dolor para un comunicador de la prensa escrita, que el hecho de no ver publicado su material. En este caso, el reportero a quien si le pagan, solo le queda como recurso, tragarse el coraje y continuar medio trabajando por el consecuente hecho de que en el periódico, medio le pagan, como argumentan tantos en el gremio: "como que me pagan; como que trabajo"... En ciertas ocasiones, el editor no publica todo el material a los reporteros, porque ellos, no saben disfrazar su información cuando quieren favorecer a alguien en su nota.
Caso diferente es el del colaborador a quien no se le cubre ningún honorario, pues hay quien al advertir que no se le publica una colaboración, deja de enviar su material a la redacción del periódico, hasta que lo reivindiquen de nueva cuenta, publicando su artículo íntegro o pactar el compromiso de publicarle todo lo que escriba. Y en una situación extrema, el colaborador le da las gracias al medio informativo por haber sido censurado.
Pero los directivos jamás consentirán que se verán afectados por la situación, de que uno de sus articulistas deje de escribir en su periódico; pues aunque los lectores asiduos del columnista censurado, extrañen su material; continuarán comprando el periódico de cualquier forma.
¿Es redituable el oficio del periodista?
* Autor del artículo: Andrés Ortiz Pantaleón
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