PREMIO MUNICIPAL DE PERIODISMO

Se antoja y por mucho, analizar la mecánica que se emplea para calificar a los participantes a obtener el Premio Municipal de Periodismo.
El hecho de considerar una sola publicación en el género en que se participe, deja de lado la trayectoria de muchos periodistas.
Dice el adagio que para muestra basta un botón; pero también se dice que una golondrina no hace verano.
Y sin embargo; se especifica en las bases del concurso, presentar un solo artículo, entrevista, crónica, nota informativa, reportaje o fotografía, y se determinaría al ganador, quien presentara su mejor trabajo en cualquiera de los géneros. Sin importar que a una persona le hayan publicado solo un reportaje en lo que va del año, y con ese único trabajo, pudiera ganar el premio.
Esta mínima tarea en el periodismo, parece desvirtuar la labor constante de muchos colaboradores que no perciben honorarios, así como el trabajo arduo que desempeñan muchos comunicadores día a día.
No pretendo denigrar o cuestionar el resultado del concurso; la razón por la que me permito hacer hincapié en esto, es debido a los métodos que emplea la gente experta en la materia y el mismo Ayuntamiento, para determinar quienes son los mejores periodistas en cada uno de los géneros.
Los premios no siempre son merecidos por la gente que los recibe; de tal modo que no deberían darse aires de grandeza los premiados; alabanza y vituperios en boca propia, no son buen consejo para el espíritu.
Y resaltar las felicitaciones que se reciben al grado de hacerlas públicas, como lo hiciera Francisco Lara del Diario 21, (quien se llevó toda la semana exhibiendo las felicitaciones que le llegan por correo) es pretender hacer reiterativa en su misma persona, los halagos que debieran ser tarea de otros y nada más.
"Con humildad maestro, con humildad... lo que tenga que decirse al respecto, que venga de los demás y así déjalo. No sea que le estés restando méritos a tu trabajo; y ya no digamos a tu propia persona".

* Autor del texto: Andrés Ortiz Pantaleón