La semana pasada salí de mi casa con rumbo a una fiesta de XV años. Me ofrecí a regalarle la sesión de fotos a la Quinceañera, quien es hija de un amigo. Mi esposa no pudo asistir, pero me ayudó a prepararle el regalo: buscó las mejores prendas de las que vendemos y reunió una docena de los bikinis y tangas más juveniles. Así que me dirigí a a un evento que tenía antes y ahí encontré a un conocido que me animó a ir a los chocolines, que es un lugar en donde se concentran los bares en los cuales se ofrece variedad a los clientes, de parte de las muchachas que ahí trabajan. Entramos a un nuevo bar en donde las chicas están sin brasier y con solo 50 pesitos, te acompañan a la mesa y se ponen cariñosas. De modo que pudimos presenciar las variedades que a temprana hora ya se ofrecen.
A los pocos minutos de que llegamos, entró un licenciado que con suma frecuencia he visto en las pozolerías. ¡Uta! cuando llegó parece que hizo acto de presencia el "Chapo Guzmán"; pues de inmediato le abrieron espacio y le acomodaron dos mesas juntas, "en el lugar de costumbre" dijo el D.J. "Bienvenido Licenciado" ¡ Y orale buey ! que le quitan la vieja a un abuelito que tal parece también llega con buena lana, pero se la cambiaron por otra igual de buenona. Bueno, después de tantos saludos para el Lic. el D. J. comentó al ver que algunos ya se retiraban: "La próxima vez no traigan mariachis amigos" "porque luego están ¡ ya vámonos buey! " jajaja.... en fin...
Para ese entonces ya me había tomado 4 cervezas. Mi acompañante estaba feliz.
Recuerdo que me decía: "cuando salí de mi casa, mi vieja que me recomienda: no vayas a tomar, no llegues con aliento alcohólico" ¿qué me dijo Andrés? ¿qué me dijo? -me preguntaba- me dijo todo lo contrario -se respondió- no me hubiera dicho nada.... ella me empujó a tomar con lo que me dijo.... jajaja -me reí-
Luego una de las chicas que bailaban me aventó su ropa interior, y cuando terminó su show me la pidió de regreso. La siguiente chica le dió la ropa a un parroquiano que estaba en una mesa cercana a la mía. El tipo se puso la tanga en la cabeza y cuando la muchacha terminó de bailar, se la tuvo que regresar. En ese momento me acordé que en mi maleta de la cámara, llevaba una docena de calzones; así que le dí un bikini a mi compañero y que se lo acomoda en su cabezota de árbol que tiene; luego se puso a bailar con una morena que le faltaba un diente, pero que le sobraban lonjas -pues si, por 10 pesos no le iban a poner a la Galilea- En fin, el caso es que mi cuate se llevó a la mesa a la morena, después de haberle dado unas clases de baile, porque eso si, mi compañero cabezota de árbol, es bueno para mover el traste. Y se le ocurrió regalarle calzones a la chica "luego te los pago, verdad de Dios" -me susurró-
Y con una tanga en la cabeza, mi cuate iba y venía constantemente del baño, porque tomaba cerveza como desesperado.
De pronto otra chica salió a dar un show con canciones de Shakira y música tropical. En la tercera canción, comenzó a desnudarse al ritmo del propio Chayanne. "He intentado casi todo para convencerte, mientras el mundo se derrumba todo aquí a mis píes, mientras aprendo de esta soledad que desconozco, me vuelvo a preguntar quizás si sobreviviré".... -en tanto la muchacha de piel blanca y rizos postizos, se acariciaba su vestuario transparente con miradas supuestamente seductoras y como sintiendo la letra de la canción- "Porque sin ti me queda la conciencia helada y vacia, porque sin ti me he dado cuenta amor que no renaceré, porque he ido más allá del límite de la desolación. Mi cuerpo,mi mente y mi alma ya no tienen conexión, y te juro que..." -y en ese instante que se pone de píe la acompañante de mi camarada, para contornearse frente a él y robar su atención no solo de quien le pagaba la cerveza, también de las mesas vecinas- "Lo dejaría todo porque te quedaras, mi credo, mi pasado, mi religión. Después de todo estás rompiendo nuestros lazos y dejas en pedazos este corazón; mi piel también la dejaría, mi nombre, mi fuerza y hasta mi propia vida... y qué más da perder, si te llevas del todo mi fe, qué no dejaría..." En tanto el licenciado que lucia su tatuaje en el antebrazo derecho, ahora se divertía con dos chicas a la vez y la morena que estaba en nuestra mesa se disponía a sentarse: ¡No te sientes! -le dijo mi cuate- les estás robando cámara a la de la pista, sigue bailando....
Así que la chica continuó con sus contorneos a veces chuscos y otras veces molestos, pero pocas veces seductores, tal vez por mi ritmo lento en el consumo del alcohol y con más atención en la letra de la canción: "Duelen más tus cosas buenas cuando estás ausente, yo sé que es demasiado tarde para remediar; no me queda bien valerme de diez mil excusas, cuando definitivamente sé que ahora te vas. Aunque te vuelva a repetir que estoy muriendo día a día, aunque también estés muriendo tú, no me perdonarás. Aunque sin ti haya llegado al límite de la desolación, y mi cuerpo, mi mente y mi alma ya no tienen conexión... sigo muriéndome..."
Al fin, las bailarinas cesaron su sensual movimiento y mi compañero debió despedir a la morena porque solo le alcanzó el dinero para invitarle tres bebidas. Nos retiramos y todavía le dimos un aventón a un Ingeniero que en administraciones pasadas, fue funcionario del Ayuntamiento de Iguala. Lo dejamos y en la bolsa del regalo para la Quinceañera, solo aguardaban 2 prendas, que le aventé a mi acompañante y le dije: Me debes una docena de calzones -le dije- ... Te los pago buey, te juro que te los pago -aseguró- Y efectivamente, un par de días después me pagó hasta el último calzón; pero la hija de mi amigo, solo recibió de regalo, las fotos de su vals y cena. A la misa no pude llegar porque se prolóngó el vento que fui a cubrir de un político -argumenté en mi defensa-
Por cierto; pinche canción de Chayanne, haste ese momento le entendí a la historia...
Autor del Texto: Andrés Ortiz Pantaleón
Comentarios: esbozos2911@hotmail.com WhatsApp: 733 105 03 43
sábado, 29 de mayo de 2010
miércoles, 19 de mayo de 2010
ANÉCDOTA DE UN FUNCIONARIO DEL AYUNTAMIENTO DE IGUALA.
Pepe era uno de mis compañeros en la Escuela Secundaria Plan de Iguala; lo recuerdo como un tipo altanero que aprovechaba toda oportunidad para liarse a golpes con cualquiera. Disfrutaba molestar a los compañeros más indefensos y nunca supo que había otras formas de darle solución a las diferencias, más que el uso de la fuerza física. Cuando tenía oportunidad, humillaba al más desprotegido y menos bendecido por la mano de Dios Padre. Por supuesto, tenía buenas palancas en la institución, ya que varios maestros del plantel, eran familiares suyos.
En cierta ocasión, Alonso, uno de mis vecinos; jugaba en el parque del DIF con varios de sus compañeros de clases, que estudiaban en el turno vespertino de mi escuela. A poca distancia advirtieron la presencia de una pareja de novios, que se besaban apasionadamente, ambos pertenecían a nuestra misma institución. El chico insistía en agasajarse con la muchacha, mientras ella intentaba persuadirlo de que fuera más despacio. Al momento de retirarse, para Edson, un compañero de Alonso, fue difícil resistir la tentación de dirigirse al joven, pues le incomodó la forma en que aún besaba a la chica.
─ ¡No te la vayas a comer! – profirió en una especie de reprimenda-
─ ¿Qué? ¿la quieres para ti? – contestó molesto el galán, de nombre Pepe y que era mi compañero de clases-
─ ¿Y si así fuera qué? – se resolvió Edson-
En tanto sus compañeros continuaron caminando para dejarlo solo con el seductor.
─ Nos veremos después –amenazó el novio al ponerse de píe y tomar la mano de la chica-
─ Ya nos estamos viendo ahora –respondió Edson-
─ ¡Hey! ¡ya estuvo! – dijeron a Edson sus amigos-
Y procedieron a retirarse, aunque conscientes de que el asunto no había concluido, ya que todos presagiaban que el galán trataría de reivindicar su honor. No se equivocaron, pues a la semana siguiente, cuando Alonso y sus amigos esperaban el cambio de turno en el exterior de la Escuela Secundaria, el novio agraviado se presentó acompañado de varios chicos del turno matutino, decididos a confrontar a Edson.
─ Deja la fiesta en paz –dijo Edson con inesperada quietud-
Sin embargo, el otro chico no desistió de su propósito e intentó sorprenderlo con un puñetazo que se vio interrumpido por la repentina intervención del hermano mayor de Edson.
─ No te busques problemas galán – dijo el hermano defensor, dispuesto a frustrar los planes vengativos del novio apasionado.
─ Tu amigo se los buscó primero –contestó enérgicamente Pepito-
En cuestión de segundos se reforzó el contingente liderado por Alonso, situación que puso en desventaja al bando contrario; y que a fin de cuentas, prefirieron alejarse para darse una tregua.
A los pocos días, el galán insistiría nuevamente, pero en esta ocasión; Santos, un amigo del barrio que estudiaba en el turno matutino, avisó oportunamente.
─ Alonso, tienen que prevenirse – advirtió Santos – en el turno de la mañana se propagó la noticia de que hoy en la tarde, cuando ustedes salgan de clases, se presentará el Pepe y sus secuaces para golpearlos a ti y a Edson, van a traer vatos pandilleros.
De tal manera que Alonso y Elbert, uno de sus compañeros que venía de la colonia Ruffo Figueroa, maquinaron un plan para frenar los ánimos candentes del chico aburguesado, pero sin involucrar a ninguno de sus compañeros de la escuela.
Elbert se comunicó vía telefónica a la Ruffo y consiguió apoyo de sus amigos.
Esa tarde, minutos antes de escucharse el timbrazo de salida en la secundaria, ya estaba listo un comando de aproximadamente veinte tipos mal encarados, desplegados entre las bancas y las jardineras del Monumento a la Bandera; esperaban a Elbert, Alonso y a Edson, para arremeter contra los burguesitos y sus aliados.
Efectivamente, el galán hizo acto de presencia custodiado por un arriesgado grupo de colegialas. Con cluyeron las clases y los alumnos del turno vespertino comenzaron a desocupar el edificio. Elbert fue uno de los primeros en salir, ubicó a la gente de su barrio y posteriormente localizó al chico agraviado. Detrás de Elbert avanzaban Edson y Alonso, ninguno de los tres portaba su mochila.
─ ¡Ya está! –pronunció Elbert- no se preocupen, vamos con mis camaradas, los otros van a caer solo y que reviente el asunto.
Al momento de cruzar la calle, el galán apasionado y sus amigos se apresuraron a interceptarlos, pero el comando de la Ruffo, apareció imponentemente a espaldas de los júniors.
─¡Que truene de una vez Matias! –gritó estrepitosamente un chico de la Ruffo-
Uno de los amigos de Elbert, sacó de entre sus ropas un puñal un machete que raspó en el piso, sorprendiendo a Pepito y su comitiva. Matias no era el único que llevaba arma blanca, de forma que el plan de los colegialas se vio quebrantado y sin pensarlo dos veces, corrieron asustadizos atravesando el monumento a la bandera en fracción de segundos.
En la huida de los aburguesados, no pudieron esquivar el taque y más de uno cayó en la estampida, recibiendo puntapiés de los Ruffianos. Sin embargo, a Silver, el líder de Los camaradas de Elbert, le interesaba hacerse cargo de Pepito. Cuando logró darle alcance, lo sujetó del cuello, realizando la estocada definitiva.
─ ¿Qué onda galán? ¿Qué siga o ahí muere? –interrogó el chico-
─ Ustedes ganan –resolvió Pepe- ahí muere
Pepe seguiría haciendo de las suyas en años posteriores y en escenarios diferentes, de hecho, su comportamiento se deformó un poquito más y tuvo problemas legales; pero esa es otra historia.
En la actualidad Pepito es funcionario en la administracióne del Ayuntamiento de Iguala, que según dirige El Seductor Dr. Tovar
Autor del texto: Andrés Ortiz Pantaleón
viernes, 14 de mayo de 2010
¡ Qué pelototas las de mi presidente !
El presidente de mi ciudad está estrenando esposa.
Se tenía planeado nombrarla nueva presidenta del DIF Municipal, pero.... pero, ¿qué va a decir la gente? No sería buen ejemplo tener a una titular del Desarrollo Integral de la Familia, con las condiciones en que ha llegado a la casa presidencial.
Digo, ya estaba en las andadas con mi "presi" antes de que él se quedara viudo... para nadie es un secreto eso, sobre todo para las señoras que son las que tienen más información y eso me ha constado en esta telenovela que está como para contársela a un productor de Televisa.
Bueno, la historia de la dama anterior no era nada diferente, pero ella ya no se puede defender. Y lo que cuenta es lo de ahora...
De modo que la nueva primera dama -de modo informal- venía a interferir en el Desarrollo e Integración Familiar del Doctor. Así que ¿cómo rayos vendría a dirigir al DIF?
Eso afectaría la campaña priísta aducen algunos.
¿Se imaginan que la dama estuviera en una charla con familias, hablándoles de las bondades de la fidelidad al hogar, a los principios básicos del hogar, a la integración familiar?
Lo que más afecta es que se pretenda aparentar una calidad moral que simplemente, no se tiene.
Y desde aquí, de esta perspectiva, puedo decir ¡qué pelototas las de mi presidente!
Sabiendo el riesgo que conlleva, presenta públicamente a su querer, a tan solo unas semanas de estar de luto por el gran amor de su vida.
¿Qué estoy metiéndome en su vida personal? No, esta historia no es privada, es 100 % de dominio público; la diferencia es que a mucha gente no le gusta la idea de meterse en lo que no le importa. A mí sí me importa; porque creo que si una persona que dirige el municipio en el que vivo, no tiene valores, entonces, no se pueden fomentar precisamente estos valores en la sociedad, desde arriba, desde la cabeza. Uno puede equivocarse, pero no en estos menesteres, para eso hay que ser inteligente y valorar que tan prudente se es en tomar este tipo de decisiones.
¡Ni hablar!
Que sean muy felices y que no aparezca ninguna usurpadora que intente separar lo que ellos han unido... " Haber cuánto le dura el gusto a ella" -eso también dicen las señoras a quienes no quiero responsabilizar de estas expresiones, porque de esta publicación, yo soy el responsable-
Atte. Andrés Ortiz Pantaleón
Se tenía planeado nombrarla nueva presidenta del DIF Municipal, pero.... pero, ¿qué va a decir la gente? No sería buen ejemplo tener a una titular del Desarrollo Integral de la Familia, con las condiciones en que ha llegado a la casa presidencial.
Digo, ya estaba en las andadas con mi "presi" antes de que él se quedara viudo... para nadie es un secreto eso, sobre todo para las señoras que son las que tienen más información y eso me ha constado en esta telenovela que está como para contársela a un productor de Televisa.
Bueno, la historia de la dama anterior no era nada diferente, pero ella ya no se puede defender. Y lo que cuenta es lo de ahora...
De modo que la nueva primera dama -de modo informal- venía a interferir en el Desarrollo e Integración Familiar del Doctor. Así que ¿cómo rayos vendría a dirigir al DIF?
Eso afectaría la campaña priísta aducen algunos.
¿Se imaginan que la dama estuviera en una charla con familias, hablándoles de las bondades de la fidelidad al hogar, a los principios básicos del hogar, a la integración familiar?
Lo que más afecta es que se pretenda aparentar una calidad moral que simplemente, no se tiene.
Y desde aquí, de esta perspectiva, puedo decir ¡qué pelototas las de mi presidente!
Sabiendo el riesgo que conlleva, presenta públicamente a su querer, a tan solo unas semanas de estar de luto por el gran amor de su vida.
¿Qué estoy metiéndome en su vida personal? No, esta historia no es privada, es 100 % de dominio público; la diferencia es que a mucha gente no le gusta la idea de meterse en lo que no le importa. A mí sí me importa; porque creo que si una persona que dirige el municipio en el que vivo, no tiene valores, entonces, no se pueden fomentar precisamente estos valores en la sociedad, desde arriba, desde la cabeza. Uno puede equivocarse, pero no en estos menesteres, para eso hay que ser inteligente y valorar que tan prudente se es en tomar este tipo de decisiones.
¡Ni hablar!
Que sean muy felices y que no aparezca ninguna usurpadora que intente separar lo que ellos han unido... " Haber cuánto le dura el gusto a ella" -eso también dicen las señoras a quienes no quiero responsabilizar de estas expresiones, porque de esta publicación, yo soy el responsable-
Atte. Andrés Ortiz Pantaleón
miércoles, 12 de mayo de 2010
DECLARACIÓN DE AMOR
Cuando Samuel cursaba el bachillerato, coincidía frecuentemente con Cinthia, una chica que estudiaba en otro colegio pero que asistía a la misma escuela de artes marciales que él. Al terminar la clase, solían caminar mientras platicaban y se divertían un poco. Ocasionalmente la llevaba a su casa y en fechas especiales había intercambiado regalos con ella, entre otras circunstancias similares. Cierto día se celebró un torneo abierto en el que participaría Samuel; al chico no le sorprendió descubrir en el auditorio la presencia de su amiga. El espacio de competencias estaba clasificado en distintas áreas, considerando las categorías, grado y edad de los participantes. Cinthia estaba frente al área de participación de su compañero y amigo. Al final; Samuel se hizo merecedor de dos trofeos; cuando se los entregaron, los levantó y sonriendo saludó a la chica. En cuanto le fue posible se dirigió hacia ella y estrechó su mano. Cinthia lo felicitó dándole un cálido abrazo y posteriormente se despidieron, pues él estaba a cargo del equipo del club y ella tenía que marcharse pues debía asistir a un compromiso familiar.Al dirigirse a los vestidores, Samuel recordaba una conversación sostenida con uno de sus profesores:
-¿Cómo me doy cuenta si una chica me considera para iniciar un noviazgo?
- Pregúntaselo Samuel -respondió el maestro-
-Ese es el punto; me refiero a saber valorar en dónde pierdo y en dónde gano con una chica, pero sin preguntárselo.
-Lo que puedo sugerirte es que entre las personas deberás aprender a identificar el envío de señales.
-¿Señales? ¿Así de simple es el asunto?
-No dije que fuera simple, hay que saber enviarlas y también interpretarlas.
-¿Por ejemplo?
-¿Deseas qué te envíe una señal? -bromeó-
-No gracias, deseo que me lo expliques.
-Eso te lo dejo de tarea.
-¿Es todo lo que sabes hacer, dejar tareas?
-Tienes que poner de tu parte, solo recuerda "señales"
-¿Así que señales? -se dijo el chico en el interior de los vestidores-
Sin embargo, no quería mal interpretar las atenciones de Cinthia, aún cuando sentía enorme satisfacción por la amistad encontrada en su persona. De manera que a ella si le confiaría sus sentimientos, solo esperaría el momento más oportuno para hacerlo.
Y sucedió que un domingo por la noche, al encontrarse en el centro de la ciudad, en compañía de sus amigos; Samuel coincidió con Cinthia... era el 14 de febrero. Sus amigos se limitaron a saludarla a lo lejos, pues ya habían sido presentados anteriormente; pero nuestro protagonista tomó una decisión.
-Los alcanzo en el video bar -dijo al despedirse de sus amigos-
-Cuídate -respondieron los chicos e interceptó a su amiga.
-¡Hola Cinthia!
-¡Hola Samuel! ¿No estabas con tus amigos?
-Si, pero prefiero estar contigo -pensó-
-Quise saludarte, ¿Cómo estás?
-Bien gracias, ¿Y tú?
-Estoy bien, ¿Vas a una cita?
-No, estaba con mi hermana pero se fue con su novio a la disco. Voy a mi casa.
-¿Puedo acompañarte?
-¡Sami! Eso no necesitas preguntarlo, ¡Claro que puedes acompañarme!
Tenía razón; el chico la había acompañado en infinidad de veces y tenían mayor acercamiento cada día.
-Como tú no eres quien se va a declarar ésta noche; por eso puedes estar tan tranquila -pensó el joven estudiante-
La casa de Cinthia se localizaba a sólo dos cuadras, no era tiempo suficiente; al chico le resultaba indispensable propiciar el ambiente adecuado, pero dadas las condiciones, mientras él animaba el ambiente, ella se despediría, entraría a la casa, y Samuel se quedaría con la pregunta en la boca. Definitivamente, tenían que hacer una escala.
-Te invito un helado -propuso-
-Mejor una limonada
-Una limonada será entonces
Efectuaron un alto en la fuente de bebidas más próxima y platicaban de todo, menos de lo que a Samuel le interesaba aquella noche. De pronto le pareció que escuchaba a Hugo, el animador de su banda del barrio donde vivía: ¡Como va Sami!
De acuerdo -se resolvió nuestro amigo-
-Cinthia... ¿Existe una oportunidad para que tú y yo seamos novios?
-¿Ahora qué estás tramando niño?
-Tómalo en serio por favor -continúo calmado-
-estoy preguntando si quieres ser mi novia
-¡Samuel! ¡Me sorprendes!
-Eso creí
-¿Tengo que contestarte ahora? -dijo la chica realmente sorprendida-
-No necesariamente, puedes decírmelo mañana a primera hora
La chica sonrió y se turbó por un momento.
-Necesito pensarlo -contestó al fin- debo hacer mi lista de condiciones
-¿Me harás sufrir entonces?
-No Samuel -argumentó más resueltamente
- Tú no mereces que te haga sufrir. Sabes, en otras circunstancias me hubiera gustado ser tu novia, eres muy noble y me agrada estar contigo.
Para ese entonces, Samuel no se sentía complacido por las palabras de la chica, en contraste; comenzaron a desanimarle. No lo demostró y continúo escuchando.
-Ahora tengo muchos problemas en la escuela, tú sabes; es el último semestre. No quiero tener una relación en este momento para no descuidar mis estudios.
-Yo te ayudo a estudiar -quiso decir Samuel pero insistió de otro modo; si el problema era el estudio, había remedio.
-Nos veríamos cuando tú pudieras -dijo-
De hecho se veían con frecuencia, sólo faltaba que Cinthia diera el sí...
-No Sami, no tiene caso. No quiero quitarte el tiempo
-Pero si no me lo quitarías, yo estoy dispuesto a compartirlo contigo -pensó Samuel-
Se contuvo; no iba a presionarla. Le pareció de mala educación insistir otra vez. No obstante, entre Cinthia y él, existía la confianza suficiente para dejar en claro todo lo concerniente a su frustrada declaración de amor.
-Así es que de no ser por tus estudios, cabía la posibilidad de que aceptaras ser mi novia -imaginó preguntar-
-De cualquier manera -articuló Samuel- quiero que sepas que tengo un profundo afecto hacia ti y agradezco tu amistad. Soy respetuoso de tu decisión.
-Gracias Samuel, perdóname por no corresponderte por ahora. Estoy segura que habrá muchas niñas, que valorarán y por mucho tu propuesta.
-Puede ser -respondió- de hecho no me he fijado-Y aunque así fuera, por ahora quién me gusta eres tú -dijo para sus adentros el chico-
-¿Seguimos siendo amigos? -preguntó Sami para salir de aquel ambiente tan gris-
-Amigos como siempre -respondió sonriendo la chica, mientras depositaba su mano sobre la mano de Samuel-
El chico tomó la mano de Cinthia por un instante y terminó con su consolador gesto. Era momento de retirarse; así que pagó y se dirigió con la señorita a otro establecimiento, en donde vendían curiosidades y detalles alusivos al día de los enamorados; escogió una rosa artificial y se la entregó a su amada amiga.
-Para ti Cinthia, feliz día de la amistad
-Gracias, ¡que lindo!
Continuaron su camino, mientras en la mente de él surgían muchas interrogantes.
-¿Amigos como siempre? -pensaba- ¡no es cierto! nada será igual...
-Creo que las cosas cambiarán entre nosotros Cinthia -comentó Samuel para romper el hielo- incluso, creo que ya no asistiré al club con la misma frecuencia.
- Samuel, eres muy dedicado a eso, en todo caso, seré yo quien posiblemente deje de asistir al club, pues como te dije, tengo que nivelarme en algunas materias.
Los chicos guardaron silencio, al tiempo que avanzaban a la casa de Cinthia.
-De cualquier manera -comentó Samuel- ya vamos a egresar de la prepa y tomaremos rumbos diferentes.
-Tal vez así sea, mientras tanto, pensándolo mejor; te propongo que los dos continuemos entrenando. Hay que intentarlo así y veremos que pasa, ¿te parece?
El chico quiso decir ¿porqué no intentamos ser novios?
-Veremos que pasa entonces -se limitó a contestar-
Llegaron a la casa de Cinthia y se despidieron; era la primera vez que Samuel se le declaraba a una chica.
-Empecé mal -se decía el chico para sus adentros, mientras se dirigía al video bar con sus amigos.
-¿Qué tomas Sami? -dijo Sergio uno de sus amigos, ya en el interior del exclusivo bar-
-Dos limonadas con agua mineral, como siempre -exclamó Alonso-
-No, ya tuve suficiente con las limonadas -repuso Samuel- por hoy tomaré una cerveza.
En los próximos minutos, Samuel contempló ciertos elementos clave que referían de nueva cuenta su emotiva experiencia con Cinthia.
-¿Así que envío de señales?, ¡vaya filosofía barata con la que navega mi profesor -sonrió al pensar frente a sus amigos-
Ciertamente; no culpaba al mentor por su infortunio ante Cinthia, pues no era ningún ingenuo para cimentar en su enseñanza todas sus esperanzas. La cuestión era, que después de digerir la negativa de su amiga, trabajaría en un escudo protector y en un plan de contraataque que su naturaleza dictaba. Y al considerar el "envío de señales" se regalaba un pequeño adelanto para tomar el asunto con buen humor. Al día siguiente vería a la chica, y no se permitiría presentarse ante ella como un derrotado; así que formularía una nueva táctica, en la cual invertiría su mayor esfuerzo. De manera que en los próximos tres meses de convivencia en el club; Cinthia no identificara el mínimo signo de decepción en él.No pretendía convencerla de que había cometido un error al rechazarlo; sólo deseaba continuar su caminar con una postura digna. Respetaba mucho a su amiga, pero también debía ocuparse de su propia integridad.Seis semanas después, Samuel se enteró que su amiga iniciaba un noviazgo.-¡Vaya! -se dijo- Cinthia mejoró sus calificaciones; o tal vez el otro chico fue más insistente que yo.La vida siguió su curso y pronto concluyó el ciclo escolar. Samuel y Cinthia ya no volverían a coincidir ni pudieron ser los mismos amigos que fueron antes de la declaración de amor. Cinthia llegó a ser un impulso e inspiración en la vida de Samuel y comenzaron a suceder cosas favorables en su entorno. Todo depende de "cómo" te lo tomes...
( F I N )
* Autor del texto: Andrés Ortiz Pantaleón
-¿Cómo me doy cuenta si una chica me considera para iniciar un noviazgo?
- Pregúntaselo Samuel -respondió el maestro-
-Ese es el punto; me refiero a saber valorar en dónde pierdo y en dónde gano con una chica, pero sin preguntárselo.
-Lo que puedo sugerirte es que entre las personas deberás aprender a identificar el envío de señales.
-¿Señales? ¿Así de simple es el asunto?
-No dije que fuera simple, hay que saber enviarlas y también interpretarlas.
-¿Por ejemplo?
-¿Deseas qué te envíe una señal? -bromeó-
-No gracias, deseo que me lo expliques.
-Eso te lo dejo de tarea.
-¿Es todo lo que sabes hacer, dejar tareas?
-Tienes que poner de tu parte, solo recuerda "señales"
-¿Así que señales? -se dijo el chico en el interior de los vestidores-
Sin embargo, no quería mal interpretar las atenciones de Cinthia, aún cuando sentía enorme satisfacción por la amistad encontrada en su persona. De manera que a ella si le confiaría sus sentimientos, solo esperaría el momento más oportuno para hacerlo.
Y sucedió que un domingo por la noche, al encontrarse en el centro de la ciudad, en compañía de sus amigos; Samuel coincidió con Cinthia... era el 14 de febrero. Sus amigos se limitaron a saludarla a lo lejos, pues ya habían sido presentados anteriormente; pero nuestro protagonista tomó una decisión.
-Los alcanzo en el video bar -dijo al despedirse de sus amigos-
-Cuídate -respondieron los chicos e interceptó a su amiga.
-¡Hola Cinthia!
-¡Hola Samuel! ¿No estabas con tus amigos?
-Si, pero prefiero estar contigo -pensó-
-Quise saludarte, ¿Cómo estás?
-Bien gracias, ¿Y tú?
-Estoy bien, ¿Vas a una cita?
-No, estaba con mi hermana pero se fue con su novio a la disco. Voy a mi casa.
-¿Puedo acompañarte?
-¡Sami! Eso no necesitas preguntarlo, ¡Claro que puedes acompañarme!
Tenía razón; el chico la había acompañado en infinidad de veces y tenían mayor acercamiento cada día.
-Como tú no eres quien se va a declarar ésta noche; por eso puedes estar tan tranquila -pensó el joven estudiante-
La casa de Cinthia se localizaba a sólo dos cuadras, no era tiempo suficiente; al chico le resultaba indispensable propiciar el ambiente adecuado, pero dadas las condiciones, mientras él animaba el ambiente, ella se despediría, entraría a la casa, y Samuel se quedaría con la pregunta en la boca. Definitivamente, tenían que hacer una escala.
-Te invito un helado -propuso-
-Mejor una limonada
-Una limonada será entonces
Efectuaron un alto en la fuente de bebidas más próxima y platicaban de todo, menos de lo que a Samuel le interesaba aquella noche. De pronto le pareció que escuchaba a Hugo, el animador de su banda del barrio donde vivía: ¡Como va Sami!
De acuerdo -se resolvió nuestro amigo-
-Cinthia... ¿Existe una oportunidad para que tú y yo seamos novios?
-¿Ahora qué estás tramando niño?
-Tómalo en serio por favor -continúo calmado-
-estoy preguntando si quieres ser mi novia
-¡Samuel! ¡Me sorprendes!
-Eso creí
-¿Tengo que contestarte ahora? -dijo la chica realmente sorprendida-
-No necesariamente, puedes decírmelo mañana a primera hora
La chica sonrió y se turbó por un momento.
-Necesito pensarlo -contestó al fin- debo hacer mi lista de condiciones
-¿Me harás sufrir entonces?
-No Samuel -argumentó más resueltamente
- Tú no mereces que te haga sufrir. Sabes, en otras circunstancias me hubiera gustado ser tu novia, eres muy noble y me agrada estar contigo.
Para ese entonces, Samuel no se sentía complacido por las palabras de la chica, en contraste; comenzaron a desanimarle. No lo demostró y continúo escuchando.
-Ahora tengo muchos problemas en la escuela, tú sabes; es el último semestre. No quiero tener una relación en este momento para no descuidar mis estudios.
-Yo te ayudo a estudiar -quiso decir Samuel pero insistió de otro modo; si el problema era el estudio, había remedio.
-Nos veríamos cuando tú pudieras -dijo-
De hecho se veían con frecuencia, sólo faltaba que Cinthia diera el sí...
-No Sami, no tiene caso. No quiero quitarte el tiempo
-Pero si no me lo quitarías, yo estoy dispuesto a compartirlo contigo -pensó Samuel-
Se contuvo; no iba a presionarla. Le pareció de mala educación insistir otra vez. No obstante, entre Cinthia y él, existía la confianza suficiente para dejar en claro todo lo concerniente a su frustrada declaración de amor.
-Así es que de no ser por tus estudios, cabía la posibilidad de que aceptaras ser mi novia -imaginó preguntar-
-De cualquier manera -articuló Samuel- quiero que sepas que tengo un profundo afecto hacia ti y agradezco tu amistad. Soy respetuoso de tu decisión.
-Gracias Samuel, perdóname por no corresponderte por ahora. Estoy segura que habrá muchas niñas, que valorarán y por mucho tu propuesta.
-Puede ser -respondió- de hecho no me he fijado-Y aunque así fuera, por ahora quién me gusta eres tú -dijo para sus adentros el chico-
-¿Seguimos siendo amigos? -preguntó Sami para salir de aquel ambiente tan gris-
-Amigos como siempre -respondió sonriendo la chica, mientras depositaba su mano sobre la mano de Samuel-
El chico tomó la mano de Cinthia por un instante y terminó con su consolador gesto. Era momento de retirarse; así que pagó y se dirigió con la señorita a otro establecimiento, en donde vendían curiosidades y detalles alusivos al día de los enamorados; escogió una rosa artificial y se la entregó a su amada amiga.
-Para ti Cinthia, feliz día de la amistad
-Gracias, ¡que lindo!
Continuaron su camino, mientras en la mente de él surgían muchas interrogantes.
-¿Amigos como siempre? -pensaba- ¡no es cierto! nada será igual...
-Creo que las cosas cambiarán entre nosotros Cinthia -comentó Samuel para romper el hielo- incluso, creo que ya no asistiré al club con la misma frecuencia.
- Samuel, eres muy dedicado a eso, en todo caso, seré yo quien posiblemente deje de asistir al club, pues como te dije, tengo que nivelarme en algunas materias.
Los chicos guardaron silencio, al tiempo que avanzaban a la casa de Cinthia.
-De cualquier manera -comentó Samuel- ya vamos a egresar de la prepa y tomaremos rumbos diferentes.
-Tal vez así sea, mientras tanto, pensándolo mejor; te propongo que los dos continuemos entrenando. Hay que intentarlo así y veremos que pasa, ¿te parece?
El chico quiso decir ¿porqué no intentamos ser novios?
-Veremos que pasa entonces -se limitó a contestar-
Llegaron a la casa de Cinthia y se despidieron; era la primera vez que Samuel se le declaraba a una chica.
-Empecé mal -se decía el chico para sus adentros, mientras se dirigía al video bar con sus amigos.
-¿Qué tomas Sami? -dijo Sergio uno de sus amigos, ya en el interior del exclusivo bar-
-Dos limonadas con agua mineral, como siempre -exclamó Alonso-
-No, ya tuve suficiente con las limonadas -repuso Samuel- por hoy tomaré una cerveza.
En los próximos minutos, Samuel contempló ciertos elementos clave que referían de nueva cuenta su emotiva experiencia con Cinthia.
-¿Así que envío de señales?, ¡vaya filosofía barata con la que navega mi profesor -sonrió al pensar frente a sus amigos-
Ciertamente; no culpaba al mentor por su infortunio ante Cinthia, pues no era ningún ingenuo para cimentar en su enseñanza todas sus esperanzas. La cuestión era, que después de digerir la negativa de su amiga, trabajaría en un escudo protector y en un plan de contraataque que su naturaleza dictaba. Y al considerar el "envío de señales" se regalaba un pequeño adelanto para tomar el asunto con buen humor. Al día siguiente vería a la chica, y no se permitiría presentarse ante ella como un derrotado; así que formularía una nueva táctica, en la cual invertiría su mayor esfuerzo. De manera que en los próximos tres meses de convivencia en el club; Cinthia no identificara el mínimo signo de decepción en él.No pretendía convencerla de que había cometido un error al rechazarlo; sólo deseaba continuar su caminar con una postura digna. Respetaba mucho a su amiga, pero también debía ocuparse de su propia integridad.Seis semanas después, Samuel se enteró que su amiga iniciaba un noviazgo.-¡Vaya! -se dijo- Cinthia mejoró sus calificaciones; o tal vez el otro chico fue más insistente que yo.La vida siguió su curso y pronto concluyó el ciclo escolar. Samuel y Cinthia ya no volverían a coincidir ni pudieron ser los mismos amigos que fueron antes de la declaración de amor. Cinthia llegó a ser un impulso e inspiración en la vida de Samuel y comenzaron a suceder cosas favorables en su entorno. Todo depende de "cómo" te lo tomes...
( F I N )
* Autor del texto: Andrés Ortiz Pantaleón
miércoles, 5 de mayo de 2010
UNA HISTORIA ESPECIAL...
El día en que Jorge conoció a Alma Rosa, podría haber sido la culminación de tan escabrosa travesía en la cual el chico invirtió lo mejor de su juventud. Mientras Alma realizaba sus prácticas profesionales, Jorge se desempeñaba como supervisor de área, ambos en la misma empresa. A medida que comenzó a tratar a la chica, se convencía gradualmente de que ella sería la mujer de su vida, era lo que había buscado durante mucho tiempo. El joven contemplaba habitualmente en su espacio nocturnal, las imágenes vividas cada día, pasajes propios entre él y la chica de sus sueños. Buscaba algún indicio que le permitiera y ayudara a tomar la decisión correcta... necesitaba estar más tiempo con ella, más tiempo y más cerca por supuesto. Su espíritu imploraba la presencia de Alma en su vida, ella lo complementaría en sus éxitos sucesivos... en sus momentos de bonanza, de prosperidad y de abundancia, pero también en la etapa de escasez y de ausencia. Nuestro amigo en mención, quería proceder cuanto antes. Muchas veces había revisado la agenda de su teléfono celular, y al seleccionar el número de Alma, lo pensaba más de dos veces para escribir un texto, texto que sería borrado como muchos otros: "Alma, he plasmado en mil hojas tu nombre, he anhelado poderte escuchar. He trazado un poema en la noche, para ti y por ti nada más". Y así continuamente borraba o guardaba lo plasmado en el archivo de su celular. Quizá algún día se atrevería a mostrar a Alma, lo que había escrito para ella en las noches calladas.
Cierto fin de semana, se animó a dar el primer paso, por algo empezaría; se decidió a enviar saludos a la chica, a través del celular.
- ¡Hola Niña! Te envío mis mejores saludos, ¿cómo estás?
- ¡Ay hola! -respondió la chica- muchas gracias, pero ¿quién eres?
- Pensé que tenías registrado mi número -contestó Jorge-
- Ah, tal vez si lo tenía registrado, pero mi hermano sacó el chip y borró a mis contactos.
Jorge aprovechó la situación y efectuó un cambio de planes.
- Sabes, quiero decirte que tienes los ojos más lindos. No hay nada más parecido a un ángel que tú.
- Que lindo, muchas gracias... pero dime quién eres por favor.
- Soy un amigo, no tenía intenciones de hacer esto... siempre pensé que sería diferente -continuó el chico mientras caminaba a su auto-
- ¿De qué hablas? -cuestionó Alma Rosa-
- No es nada, me refiero a lo que estoy escribiéndote ahora, sucede que me agradas y estoy seguro de que sería un hombre afortunado si tuviera a una mujer como tú -escribió Jorge antes de encender su automóvil-
Apenas había conducido por dos minutos y su teléfono móvil volvió a sonar. Revisó el mensaje que decía: "contéstame ¿si?" Era un mensaje de Alma y además descubrió que tenía una llamada perdida, que no escuchó porque su teléfono estaba en vibrador para llamadas. Quiso regresar la llamada, pero ahora la situación había tomado otro matiz. Tal vez las cosas no deberían darse así, su improvisado plan de conquistador no le convencía lo suficiente. Probablemente, lo mejor sería llamar a su princesa y preguntarle en dónde estaba, para concluir el asunto e interrumpir por el momento su declaración de amor.¡Rayos! otra vez el celular, Alma Rosa estaba llamando de nueva cuenta.
- ¿Sí? -respondió el chico-
- Oye, ¿quién eres eh?
- Hola Alma, ¿no recuerdas mi voz?
- Ay ya... dime quién eres, ¿eres Saúl?
- ¿Cómo es que no puedes reconocer mi voz -evadió Jorge-
- Entonces eres Irving...
- Oye, no estoy fingiendo la voz -decía emocionado el chico- no he querido hacerte ninguna broma, no sabía que ya no tenías registrado mi número.
- Ya te dije que me borraron mi agenda. Oye ¿cómo tienes mi número?
- Tú me lo diste Alma
- Ok, dime cómo te llamas...
El chico vaciló un poco y continuó... Soy Edgar
- ¿Edgar? ¿qué Edgar? no recuerdo a ningún Edgar.
- Oye amiga -articuló Jorge- creo que me equivoqué de número-
- No, no puede ser, porque ya pronunciaste mi nombre. Me dijiste "Hola Alma"
- Es cierto... eres Alma Delia ¿correcto?
- ¡Aaaay noo! Soy Alma Rosa. Entonces todas esas palabras no eran para mí.
- Pero estoy seguro que tú eres igual de linda, tienes una voz de ángel.
- ¡Ay ya! mejor voy a colgar
- No, espera. Tratemos de ser amigos, las cosas pasan por algo.
- No, mejor háblale a tu Alma Delia. Y si sigues insistiendo, le voy a decir que no te haga caso.
- Pero si tú no tienes su número
- Bueno, solo bromeaba.
- Oye, ¿en dónde estás Alma?... ¿puedo ir a saludarte?
- No, porque no te conozco, además ya se va a terminar mi crédito en el celular.
- Cuelga y yo te marco. Naturalmente que voy a reponerte tu tarjeta. ¿Qué tipo de teléfono tienes?
- Es igual al tuyo, lo deberías reconocer por la numeración, pero no te molestes, permíteme un momento por favor.
- Está bien Alma.
- Cien pesos por favor a este número -se alcanzó a escuchar que pronunciaba la chica del otro lado del teléfono-
- Así que está recargando su celular -pensó Jorge-
-Bueno, ¿cómo dices que te llamas? Ah, ya me acordé, Eres Edgar. Me da gusto haberte saludado y espero que te vaya bien con Alma Delia.
- Alma, espera por favor. Todo esto se ha distorsionado, tú y yo si nos conocemos. - ¡Aaay ya! solo estás jugando.
- No, déjame ir a donde estás para que sepas quien soy. Somos amigos.
- ¿Somos amigos?
- Así es.
- ¿Quién eres?
- Dime en dónde estás, voy para allá.
- Estoy por Bandera Nacional, afuera del club deportivo.
- De acuerdo, voy para allá. ¿En qué quieres que vaya? ¿en auto, bici o moto?
- Ven en taxi, caminando o como quieras, y conste que somos amigos, porque si no, olvídate...
- Si Alma, somos amigos. En cinco minutos estoy contigo (clic)
Minutos después, Edgar se situaba a una cuadra de la dirección indicada por Alma Rosa. En breves segundos estaría frente a su amada y definiría su gran enigma. Así que detuvo su auto y tomó su teléfono, miró hacía la calle que comenzaba a inundarse de los primeros elementos nocturnales. El aire se sentía diferente en esa noche. Pues bien; era ahora o nunca, aceleró al auto y apreció claramente la presencia de Alma con un curioso traje deportivo. Se veía más linda que nunca. Al detener el auto, la chica lo reconoció de inmediato.
- ¡Joooorge! -gritó mientras escondía su rostro volteando hacia el aparador- ¡que pena!
- Hola Alma... perdóname no tenía preparado esto -se justificó el chico al descender de su auto-
- ¿Porqué no me dijiste que eras tú? -decía sonrojada-
- Lo siento, como te dije; creí que tenías registrado mi número de cel.
- ¡Ay Jorge!
- Bueno, ya sabes quién soy, pero tal vez desconoces lo que pretendo. Lo que te decía en los mensajes, es lo que pienso de ti. Ignoro si tienes novio; pero quiero que sepas que tengo una especial consideración a tu persona. Nada me alegraría más en la vida, si tú aceptaras ser mi novia...
- ¡Jooorge!-dijo enternecedoramente Alma Rosa- que lindo...gracias por tus palabras y por lo que me escribiste. Se que eres una gran persona y que tu propuesta haría felices a muchas chicas.
Las cosas ya no iban bien para Jorge a partir de este momento.
- Pero sabes -continuó la chica- hay cosas que no sabes de mí. Estoy muy entusiasmada con mi novio, estamos pensando en casarnos pronto.
Jorge abrió más los ojos para no mostrarse apagado ante tal afirmación.
- Alma, disculpa mi intromisión. Que afortunado es tu novio, estoy seguro de ese entusiasmo que mencionas. No me lo tomes a mal, yo no sabía...
- Jorge, te agradezco por el trato que me has brindado. Discúlpame que tenga que retirarme, Saúl es mi novio y adentro me espera mi hermana.
- De acuerdo Alma Rosa, por supuesto. Voy a reponerte tu tarjeta...
- No, no te preocupes Jorge. ¿Amigos?
- Claro, amigos... -respondió el chico mientras estrechaba la mano de Alma- entra...
- Bien... ¿qué harás? -cuestionó la chica antes de retirarse-
- Me iré a tomar un trago y después regresaré a casa a pegarle de golpes a mi costal hasta cansarme y terminaré la noche escribiendote un poema de despedida -imaginó responder Jorge-
- Nada del otro mundo -atinó a contestar- creo que en mi velada de hoy, trataré de asimilar esto. No te preocupes, estaré bien...
-Eso espero Jorge, cuídate mucho -concluyó Alma con un gesto especial-
El chico se dirigió a casa, pero efectuó una escala para recargar el teléfono de Alma.
-Doscientos pesos a éste número por favor -solicitó a la chica del mostrador.
Cuando llegó a su hogar, recibió un mensaje de Alma
-"Jorge, no te hubieras molestado en hacer ese gasto. Te lo agradezco de cualquier forma, que estés bien. Hasta pronto"
En un par de minutos, Jorge respondió con serenidad:
"Alma, perdóname si te he causado incomodidad, pero la belleza que envuelve a tu espíritu y el carisma de tu persona, han sido más grandes que mi silencio y discreción, casi tan grandes como mi admiración por ti. Gracias por existir, gracias porque aunque tarde, tuve la oportunidad de conocerte.
Gracias por ser fuente de motivación e inspiración en mi vida, te deseo lo mejor"...
adiós.
Cierto fin de semana, se animó a dar el primer paso, por algo empezaría; se decidió a enviar saludos a la chica, a través del celular.
- ¡Hola Niña! Te envío mis mejores saludos, ¿cómo estás?
- ¡Ay hola! -respondió la chica- muchas gracias, pero ¿quién eres?
- Pensé que tenías registrado mi número -contestó Jorge-
- Ah, tal vez si lo tenía registrado, pero mi hermano sacó el chip y borró a mis contactos.
Jorge aprovechó la situación y efectuó un cambio de planes.
- Sabes, quiero decirte que tienes los ojos más lindos. No hay nada más parecido a un ángel que tú.
- Que lindo, muchas gracias... pero dime quién eres por favor.
- Soy un amigo, no tenía intenciones de hacer esto... siempre pensé que sería diferente -continuó el chico mientras caminaba a su auto-
- ¿De qué hablas? -cuestionó Alma Rosa-
- No es nada, me refiero a lo que estoy escribiéndote ahora, sucede que me agradas y estoy seguro de que sería un hombre afortunado si tuviera a una mujer como tú -escribió Jorge antes de encender su automóvil-
Apenas había conducido por dos minutos y su teléfono móvil volvió a sonar. Revisó el mensaje que decía: "contéstame ¿si?" Era un mensaje de Alma y además descubrió que tenía una llamada perdida, que no escuchó porque su teléfono estaba en vibrador para llamadas. Quiso regresar la llamada, pero ahora la situación había tomado otro matiz. Tal vez las cosas no deberían darse así, su improvisado plan de conquistador no le convencía lo suficiente. Probablemente, lo mejor sería llamar a su princesa y preguntarle en dónde estaba, para concluir el asunto e interrumpir por el momento su declaración de amor.¡Rayos! otra vez el celular, Alma Rosa estaba llamando de nueva cuenta.
- ¿Sí? -respondió el chico-
- Oye, ¿quién eres eh?
- Hola Alma, ¿no recuerdas mi voz?
- Ay ya... dime quién eres, ¿eres Saúl?
- ¿Cómo es que no puedes reconocer mi voz -evadió Jorge-
- Entonces eres Irving...
- Oye, no estoy fingiendo la voz -decía emocionado el chico- no he querido hacerte ninguna broma, no sabía que ya no tenías registrado mi número.
- Ya te dije que me borraron mi agenda. Oye ¿cómo tienes mi número?
- Tú me lo diste Alma
- Ok, dime cómo te llamas...
El chico vaciló un poco y continuó... Soy Edgar
- ¿Edgar? ¿qué Edgar? no recuerdo a ningún Edgar.
- Oye amiga -articuló Jorge- creo que me equivoqué de número-
- No, no puede ser, porque ya pronunciaste mi nombre. Me dijiste "Hola Alma"
- Es cierto... eres Alma Delia ¿correcto?
- ¡Aaaay noo! Soy Alma Rosa. Entonces todas esas palabras no eran para mí.
- Pero estoy seguro que tú eres igual de linda, tienes una voz de ángel.
- ¡Ay ya! mejor voy a colgar
- No, espera. Tratemos de ser amigos, las cosas pasan por algo.
- No, mejor háblale a tu Alma Delia. Y si sigues insistiendo, le voy a decir que no te haga caso.
- Pero si tú no tienes su número
- Bueno, solo bromeaba.
- Oye, ¿en dónde estás Alma?... ¿puedo ir a saludarte?
- No, porque no te conozco, además ya se va a terminar mi crédito en el celular.
- Cuelga y yo te marco. Naturalmente que voy a reponerte tu tarjeta. ¿Qué tipo de teléfono tienes?
- Es igual al tuyo, lo deberías reconocer por la numeración, pero no te molestes, permíteme un momento por favor.
- Está bien Alma.
- Cien pesos por favor a este número -se alcanzó a escuchar que pronunciaba la chica del otro lado del teléfono-
- Así que está recargando su celular -pensó Jorge-
-Bueno, ¿cómo dices que te llamas? Ah, ya me acordé, Eres Edgar. Me da gusto haberte saludado y espero que te vaya bien con Alma Delia.
- Alma, espera por favor. Todo esto se ha distorsionado, tú y yo si nos conocemos. - ¡Aaay ya! solo estás jugando.
- No, déjame ir a donde estás para que sepas quien soy. Somos amigos.
- ¿Somos amigos?
- Así es.
- ¿Quién eres?
- Dime en dónde estás, voy para allá.
- Estoy por Bandera Nacional, afuera del club deportivo.
- De acuerdo, voy para allá. ¿En qué quieres que vaya? ¿en auto, bici o moto?
- Ven en taxi, caminando o como quieras, y conste que somos amigos, porque si no, olvídate...
- Si Alma, somos amigos. En cinco minutos estoy contigo (clic)
Minutos después, Edgar se situaba a una cuadra de la dirección indicada por Alma Rosa. En breves segundos estaría frente a su amada y definiría su gran enigma. Así que detuvo su auto y tomó su teléfono, miró hacía la calle que comenzaba a inundarse de los primeros elementos nocturnales. El aire se sentía diferente en esa noche. Pues bien; era ahora o nunca, aceleró al auto y apreció claramente la presencia de Alma con un curioso traje deportivo. Se veía más linda que nunca. Al detener el auto, la chica lo reconoció de inmediato.
- ¡Joooorge! -gritó mientras escondía su rostro volteando hacia el aparador- ¡que pena!
- Hola Alma... perdóname no tenía preparado esto -se justificó el chico al descender de su auto-
- ¿Porqué no me dijiste que eras tú? -decía sonrojada-
- Lo siento, como te dije; creí que tenías registrado mi número de cel.
- ¡Ay Jorge!
- Bueno, ya sabes quién soy, pero tal vez desconoces lo que pretendo. Lo que te decía en los mensajes, es lo que pienso de ti. Ignoro si tienes novio; pero quiero que sepas que tengo una especial consideración a tu persona. Nada me alegraría más en la vida, si tú aceptaras ser mi novia...
- ¡Jooorge!-dijo enternecedoramente Alma Rosa- que lindo...gracias por tus palabras y por lo que me escribiste. Se que eres una gran persona y que tu propuesta haría felices a muchas chicas.
Las cosas ya no iban bien para Jorge a partir de este momento.
- Pero sabes -continuó la chica- hay cosas que no sabes de mí. Estoy muy entusiasmada con mi novio, estamos pensando en casarnos pronto.
Jorge abrió más los ojos para no mostrarse apagado ante tal afirmación.
- Alma, disculpa mi intromisión. Que afortunado es tu novio, estoy seguro de ese entusiasmo que mencionas. No me lo tomes a mal, yo no sabía...
- Jorge, te agradezco por el trato que me has brindado. Discúlpame que tenga que retirarme, Saúl es mi novio y adentro me espera mi hermana.
- De acuerdo Alma Rosa, por supuesto. Voy a reponerte tu tarjeta...
- No, no te preocupes Jorge. ¿Amigos?
- Claro, amigos... -respondió el chico mientras estrechaba la mano de Alma- entra...
- Bien... ¿qué harás? -cuestionó la chica antes de retirarse-
- Me iré a tomar un trago y después regresaré a casa a pegarle de golpes a mi costal hasta cansarme y terminaré la noche escribiendote un poema de despedida -imaginó responder Jorge-
- Nada del otro mundo -atinó a contestar- creo que en mi velada de hoy, trataré de asimilar esto. No te preocupes, estaré bien...
-Eso espero Jorge, cuídate mucho -concluyó Alma con un gesto especial-
El chico se dirigió a casa, pero efectuó una escala para recargar el teléfono de Alma.
-Doscientos pesos a éste número por favor -solicitó a la chica del mostrador.
Cuando llegó a su hogar, recibió un mensaje de Alma
-"Jorge, no te hubieras molestado en hacer ese gasto. Te lo agradezco de cualquier forma, que estés bien. Hasta pronto"
En un par de minutos, Jorge respondió con serenidad:
"Alma, perdóname si te he causado incomodidad, pero la belleza que envuelve a tu espíritu y el carisma de tu persona, han sido más grandes que mi silencio y discreción, casi tan grandes como mi admiración por ti. Gracias por existir, gracias porque aunque tarde, tuve la oportunidad de conocerte.
Gracias por ser fuente de motivación e inspiración en mi vida, te deseo lo mejor"...
adiós.
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