viernes, 5 de diciembre de 2008

EN LOS BARES DE IGUALA

La vida bohemia es rica en anécdotas, aveces no tan dignas de ser contadas, pues al calor de las copas muchos han dejado a parte de la honra; su salud y capital de consideración a cambio de una noche de parranda por la ciudad tamarindera.
El tomador suele tener sus sitios preferidos para departir con los cuates o para degustar de unas cervezas "mejor solo y no mal acompañado". El escenario a veces es seleccionado en referencia a su ubicación, ya que algunos son cuidadosos de no ser vistos por la esposa, la suegra y demás.
En otro de los casos se toma en cuenta el tipo de botana que ofrecen en dichos bares y la generosidad con que sirven. Desde el supuesto viril de toro, los caldos, fruta, carnes frías, mojarras, semillas, garbanzos rancios, cerebro, tacos dorados, pozole, tostadas, patitas de puerco, entre otros. La cuestión es cuando al cliente se le ocurre pedir otro plato de la misma botana, porque es cuando el del bar se molesta: es botana, no comida; sino maté res; es cantina, no fonda -argumenta el cantinero-
A veces también tienen que ver las chicas que hay en el establecimiento. Por mi barrio por ejemplo, entre Mina y Salazar, área donde hay más de diez cantinas, algunos camaradas le dicen "El Acuario" al conjunto de cantinas que están sobre Morelos, porque dicen que hay pura ballena.
Y a veces se escucha decir: ¡Ya llegó una nueva" ¿una nueva? si, pero una nueva enfermedad. ¡Haber a qué horas! dicen las chicas que están en la entrada de los bares y que portan minúsculas ombligueras, mostrando su abultado vientre. Cuentan que cuando no hay clientes, a veces dibujan un diablo y comienzan a maldecirlo y hasta a tirarle de patadas; "y que luego luego comienzan a caer los parroquianos".
Sin embargo, tan fina compañía de bellas y esculturales muchachonas tiene su precio: $17.oo la cerveza chica para el cliente y entre $50.00 y $60.00 para la dama. Y hay quien les invita sin límite hasta a dos o tres señoronas en su mesa.
El otro día encontré en un bar a dos administrativos de ciertas escuelas de nuestra bella ciudad, quienes vendrían siendo a partir de ese momento, "hermanos de pecho" por la razón de que ambos se estaban amamantando de la misma señora en plena mesa y ante la mirada de algunos curiosos.
La cuestión de la rockola también tiene su chiste; cuando de pronto se queda en silencio, las chicas le solicitan dinero al cliente con propia persuasión. Incluso le piden de varias monedas para que ella le ponga las canciones y a fin de cuentas se quede con un clavelito. Hay sitios en los que el cantinero es un mariconcito y avienta la invitación al aire: ¡La rockola tiene hambre!-. En la mayoría de los bares no se exhibe el costo que tiene el servicio de la consola; de manera que cuando el borrachito se dirige al aparato, le introduce una moneda de $5.00 y no le activa ningún disco, puesto que la moneda debía ser de $10.00 y nadie le comentó al respecto. Todavía deberá pagar otra moneda por bailar con la más gorda, que como dice mi hermana, abusan de los borrachitos, puesto que hay unos que están algo guapos -así dice mi hermana-. Ya entrados en la pista improvisada, el galán comienza a agarrar aquí y allá y es entonces donde la dama hace su labor; "invítame al hotel" -le dice al cuate que para entonces se encuentra ebrio de amor-. ¿Cuánto me vas a cobrar? -le dice por curiosidad- Nada, nomás invítame tres cervezas y luego nos vamos. El tipo no se la come tan fácil y le responde: "mejor vámonos de una vez y allá te invito todo lo que quieras; si te tomas las tres cervezas después me vas a salir con que siempre ya no, ándale, vamos, yo soy soltero" ¡eso dicen todos caaaaa....ñón!-se ríe la señora-.
Mientras en otra mesa hay dos señores tomando y abrazan cada quien a su respectiva muchacha: "tú deberías de estar en la casa y no aquella leona" -refiere uno de los bohemios a una de las chicas a quien por cierto, le falta un diente".
Cuando los dos señores pagan su cuenta de $670.00 y se retiran, la más gordita de las señoras que estaba con ellos, se dirige al lado posterior de la barra, mientras vocifera que se tiene que cambiar su calzón que le regaló uno de los visitantes. Un tipo que está cerca de la barra, levanta más el cuello para tratar de mirarle algo a la gordita; ¡por ver se paga! -le grita la señora- el galeno solo sonríe y vuelve a sentarse.
Existen además los locales disfrazados de todo, pero que en el interior funcionan como bares y hasta como casas de citas. Pareciera como si la "Miscelánea Gaby" fuera una tienda de abarrotes, pero en realidad solo hay una accesoria que vendría siendo la sala de una casa, un cuarto de uso común, un baño, un gran patio sin techo, una amahaca y algunas muchachas.
Un vecino me platicaba que hace poco visitó uno de los bares de Morelos y M. Doblado, y como estaba dormitando, el de la barra comenzó a bolsearlo; así que mi compa le reclamó y el otro se indignó amenazándolo de llamar a la judicial sino se retiraba.
Otro contacto de la Ruffo, me platica que mientras se en contraba de visita por la zona, se topó
con uno de sus vecinos quien le presumió una clase para robarle a los borrachitos; fingieron ser familiares de un tipo que portaba cadenas de oro y que estaba bien perdido y solo en una mesa,mismo que habían estado vigilando por determinado tiempo. De manera que le dijeron a la mesera que la esposa del borracho en mención estaba por dar a luz en el hospital y que habían estado buscándolo toda la tarde; así que buscando en su cartera, pagaron la cuenta, lo sacaron del bar, lo subieron a un taxi y luego despojándolo de sus pertenencias, lo abandonaron por ahí.
Por allá por la curva es de donde le sacaron $25.000 de una camioneta al papá de un amigo que es frutero y que solo quería pasar un rato de diversión. Pero no fue tan grave como el pariente de mis padres que hace años y en pleno uso de sus facultades etílicas, perdiera su casa en una apuesta; así que de vivir en el centro de Iguala, tuvo que cambiar necesariamente de ambiente e irse a vivir a una colonia nueva alejado del tráfico.
Curiosidades de la vida loca en la cuna de la bandera.

No hay comentarios: