domingo, 21 de septiembre de 2008

¿En clínica particular o en Hospital del gobierno?






Angélica es una joven mamá que durante su embarazo acudió a una clínica particular para su atención médica. Durante el tiempo de gestación, el ginecólogo le realizó los ultrasonidos necesarios y oportunos, efectuando análisis y suministrándole los medicamentos que se requerían. Cuando llegó el momento en que debía de dar a luz, no se le presentaron los dolores de parto; así que el doctor la citó por la mañana para medicarla. Angélica se retiró a casa y en tres horas regresó a la clínica; serían las13:30 horas. A las 2:45 pm ya había nacido su bebé.
Después de una valoración de los especialistas, entre ellos el pediatra; la familia fue informada sobre el buen estado de la paciente y del bebé. En cuestión de minutos, toda la familia pudo visitar a la joven mamá y a su hijo.
Durante la noche en que Angélica se quedó en la clínica; al bebé se le alimentó con formula, pues todavía no había leche materna. Al día siguiente; la mamá y el recién nacido fueron dados de alta, con previa revisión y recomendaciones del pediatra, extendiéndole su certificado de nacimiento.
Por otra parte; la señora Gabriela de escasos recursos económicos, se dirigió al IMSS para atenderse de su parto. Durante el tiempo de gestación, no le dieron cita para que la checara el ginecólogo; de manera que solo estuvo a cargo del médico familiar en la unidad del Seguro Social. A pesar de no contar con recursos, Gabriela se esforzó para tener un par de citas con un ginecólogo particular, pues no podía estar tranquila sin dicha atención.
Finalmente; en el IMSS le dieron cita para un primer ultrasonido, fechado días después del alumbramiento. De manera que el examen ecográfico no tuvo lugar por haberse programado tardíamente, ya que no había cupo -o eso le argumentaron-. Cuando a Gabriela se le presentaron las primeras contracciones, se dirigió al IMSS a las 8 de la mañana. Dos horas después se le informó a su familia que ya tenía una dilatación de 5 cm y que debían esperar a que esa dilatación fuera de 10 cm; era cuestión de esperar unas horas, les dijeron.
En el transcurrir de las horas, no se les informaba nada a los familiares; se dirigían con las personas que se ubican a la entrada del área de visitas y ellos argumentaban que en breve les informaría el médico. A las tres de la tarde, el ginecólogo confirmó que faltaba dilatación pero que ya estaba en trabajo de parto. Por la tarde los familiares insistían en ver a la paciente para cerciorarse que estuviera en buenas condiciones, pues para ese momento, ya estaban pensando en sacarla y llevarla a una clínica particular. A fin de cuentas, a las 8 pm después de 12 horas de haber sido ingresada la paciente, se le permitió la entrada al esposo. El ginecólogo informó que seguramente cuando Gabriela llegó al IMSS tenía menor dilatación a la que registraron en el turno matutino. A la media noche, el especialista avisa a los familiares que ya concluyó el parto; mamá e hija están bien, pero nadie puede pasar. A las 2:30 de la madrugada, un médico pasante le habla al papá para que vea a su bebita por un par de minutos; a la mamá la vería 8 horas después. En el transcurso de la noche, a la bebita la acercaron a su mamá para que se alimentara del pecho -la leche materna se presentó tres días después.
Al día siguiente, le dijeron al papá que ahora si podía entrar para ayudarle a su esposa a bañarse. Minutos después, Gabriela y su bebita fueron dadas de alta "por mejoría". Indicándoles que el certificado de nacimiento, lo recogieran en días posteriores, pues por el momento no había formas. De la clínica del IMSS, Gabriela, su esposo y la bebita, se trasladaron a una clínica particular, para que un pediatra valorara a la recién nacida y les diera las primeras recomendaciones adecuadas, para que la atención a la niña, iniciará apropiadamente en cuestiones de salud y alimentación.
Una vez que se dirigieron a recoger el certificado de nacimiento a la unidad del IMSS de Iguala; personal de la clínica les informó que debían dirigirse a trabajo Social. En Trabajo Social les indicaron que esa documentación se las entregaría la Dra. Avilés; el caso es que nadie en el IMSS supo darles razón de la Dra. en mención. Por la tarde regresaron y les dijeron que tenían que presentar cierta documentación -que no se les había indicado- y que la Dra. Avilés estaba en quirófano en la mañana y por eso no la vieron. Y detalles como las vacunas para recién nacido que no llegan al IMSS ni al Hospital General, son constantes en Hospitales de Gobierno; "Para Vivir Mejor".

2 comentarios:

Unknown dijo...

No voya defender los hospitales de gobierno, nada más quiero aclarar qu el trato no es tan malo, y que si permiten que este contigo tu esposo día y noche, y que un parto medicado o una cesárea (a menos que sea muy necesario)nunca va a ser mejor que un parto natural, al ofrecerle biberón a un bebé le creas confusión y corres grandes riesgos de que fracase la lactancia materna, tienes razón al decir que tarda unos días en bajar la leche, pero desde que nace el bebé la madre produce algo llamado calostro, que es la leche con los nutrientes que necesita un recién nacido, no es necesario darle un biberón. Y la constancia de alumbramiento si te la dan al darte de alta, a mi me dieron de alta un sábado y sin ningún problema.

Andrés Ortiz Pantaleón dijo...

Gracias Patricia Elizabeth Cruz por tu comentario. La historia que publiqué es real y sucedió en el IMSS de Iguala el día viernes 5 de Septiembre del presente año. No voy a extenderme argumentando otros casos en el mismo hospital. Y honestamente desconozco información como la que ofreces; sucede que me pareció irregular el trato recibido por los derechohabientes y esto es solo un reflejo de la atención que se brinda ahí. El doctor que atendió a la señora se apellida Ortega y tiene un consultorio particular en la calle Guerrero esq. J. Ortiz. Sin embargo,a diferencia de otros casos que conozco; la atención no fue tan mala.