Originario de Tlacotepec Guerrero, de madre mexicana y de padre chino; el Licenciado Nereo inició sus estudios en su pueblo natal, posteriormente se trasladó al municipio de Arcelia y continuó en Chilapa. En 1952 ingresó a la facultad de derecho de la UNAM, de donde egresaría en 1959, cuando contaba con 27 años de edad. En aquel entonces, cuando gobernaba el Estado Dario Arrieta Mateo, Nereo Mar es designado Juez de primera instancia en Chilpancingo, ejerciendo el cargo por dos años. Después se le trasladó a Tecpan de Galeana, lugar donde ampliaría su abanico de amistades y buenos clientes. Ahí fungió inicialmente como Juez Mixto. Más tarde le indican que se traslade a Ometepéc, pero para ese entonces ya no le gustaron los cambios e ignora la designación. De manera que determina instalarse en su primer despacho, cuando era gobernador Caballero Aburto.
Me sentía bien trabajando ahí en Tecpan -refiere Nereo Mar-pero me atraía la función pública. Resulta que en el primer año de gobierno me ofrecen un cargo en Acapulco. Tenía que elegir entre ser Juez de lo Civil o Presidente de la Junta de Conciliación y Arbitraje; y yo me determiné por la Junta de Conciliación por haber presentado mi tesis en Derecho laboral, llamada Naturaleza Jurídica de los salarios caídos y también porque me sentí más competente para el puesto. En aquel tiempo, se creó un sindicato de trabajadores del IMSS y se firmaron contratos colectivos de trabajo. Empezaron jaloneos y exigencias de parte del sindicato ante la empresa, los trabajadores emplazaron a huelga y la empresa me planteó que el sindicato no estaba en la línea legal. Después de una valoración de mi parte, dicté mi laudo: Se declara existente el movimiento de huelga; por lo tanto es válido el emplazamiento y son válidas sus consecuencias.
En los periódicos resaltó mi nombre, en donde se contradecía mi declaración, siendo objeto de ataques de la empresa y del propio sindicato. En esa vertiente, me cita el gobernador en Acapulco y me pide una explicación al respecto; yo me justifiqué. Días después en los periódicos se publica: Nereo Mar, Sub Procurador de Justicia del Estado. Me llama el secretario de gobierno y me confirma la designación, avisándome que me preparara para venirme a Chilpancingo.
Ya como Sub Procurador, tuve pretensiones serias de contender por una diputación; pero el gobernador ya tenía a sus elegidos.
En breve presenté renuncia a mi cargo, argumentando querer venirme a Iguala, donde tenía a mi familia. El gobernador me encomendó una tarea en la montaña y posteriormente se me llamó para indicarme que debía presentarme en Iguala como Juez Mixto.
Muchos me criticaron por dejar la Sub Procuradoría y venirme de Juez; pero ya estaba decidido e inicié actividades en Iguala en la administración de Darío Arrieta Leyva. Posteriormente me instalé con mi primer despacho en ésta ciudad, en la esquina de Juarez y Zaragoza. Cambié de domicilio a Madero, a Melchor Ocampo, y actualmente mi despacho está instalado en la calle de Zapata. Han trabajado conmigo alrededor de treinta abogados, que han hecho buena labor.
Nereo Mar y Ramos, fue también Asesor Juridico del Banco Ejidal en tiempos de Israel Nogueda Otero. Fundamentalmente ha trabajado en juicios ejecutivo mercantiles, resaltando de igual forma los casos de herencias. Asegura que sus principios son éticos; no robar a nadie, no engañar a nadie y no sobornar. El derecho para Nereo Mar, es y ha sido siempre: dar a cada quien lo que le corresponde. La ética dice el Licenciado Nereo, es llevar a cabo los juicios sin violar la ley.
Me sentía bien trabajando ahí en Tecpan -refiere Nereo Mar-pero me atraía la función pública. Resulta que en el primer año de gobierno me ofrecen un cargo en Acapulco. Tenía que elegir entre ser Juez de lo Civil o Presidente de la Junta de Conciliación y Arbitraje; y yo me determiné por la Junta de Conciliación por haber presentado mi tesis en Derecho laboral, llamada Naturaleza Jurídica de los salarios caídos y también porque me sentí más competente para el puesto. En aquel tiempo, se creó un sindicato de trabajadores del IMSS y se firmaron contratos colectivos de trabajo. Empezaron jaloneos y exigencias de parte del sindicato ante la empresa, los trabajadores emplazaron a huelga y la empresa me planteó que el sindicato no estaba en la línea legal. Después de una valoración de mi parte, dicté mi laudo: Se declara existente el movimiento de huelga; por lo tanto es válido el emplazamiento y son válidas sus consecuencias.
En los periódicos resaltó mi nombre, en donde se contradecía mi declaración, siendo objeto de ataques de la empresa y del propio sindicato. En esa vertiente, me cita el gobernador en Acapulco y me pide una explicación al respecto; yo me justifiqué. Días después en los periódicos se publica: Nereo Mar, Sub Procurador de Justicia del Estado. Me llama el secretario de gobierno y me confirma la designación, avisándome que me preparara para venirme a Chilpancingo.
Ya como Sub Procurador, tuve pretensiones serias de contender por una diputación; pero el gobernador ya tenía a sus elegidos.
En breve presenté renuncia a mi cargo, argumentando querer venirme a Iguala, donde tenía a mi familia. El gobernador me encomendó una tarea en la montaña y posteriormente se me llamó para indicarme que debía presentarme en Iguala como Juez Mixto.
Muchos me criticaron por dejar la Sub Procuradoría y venirme de Juez; pero ya estaba decidido e inicié actividades en Iguala en la administración de Darío Arrieta Leyva. Posteriormente me instalé con mi primer despacho en ésta ciudad, en la esquina de Juarez y Zaragoza. Cambié de domicilio a Madero, a Melchor Ocampo, y actualmente mi despacho está instalado en la calle de Zapata. Han trabajado conmigo alrededor de treinta abogados, que han hecho buena labor.
Nereo Mar y Ramos, fue también Asesor Juridico del Banco Ejidal en tiempos de Israel Nogueda Otero. Fundamentalmente ha trabajado en juicios ejecutivo mercantiles, resaltando de igual forma los casos de herencias. Asegura que sus principios son éticos; no robar a nadie, no engañar a nadie y no sobornar. El derecho para Nereo Mar, es y ha sido siempre: dar a cada quien lo que le corresponde. La ética dice el Licenciado Nereo, es llevar a cabo los juicios sin violar la ley.
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